Durante mucho tiempo la Revolución del 34 constituyó un pozo negro en la historiografía. La represión y el silencio impuestos por el régimen franquista tras su apabullante triunfo de 1939 llevó a que el relato de lo que sucedió en los escasos días que se mantuvo en pie lo que se ha dado en llamar la «comuna asturiana» se construyera a partir de confidencias a media voz y evocaciones de veracidad dudosa que nadie tenía ocasión de contrastar. Tuvo que llegar la democracia para que, al fin, se abriera la posibilidad de arrojar algo de luz sobre aquel episodio histórico que supuso, entre otras cosas, el debut de Francisco Franco en las tareas de exterminio que luego le proporcionarían merecida fama. A este respecto, puede que no esté suficientemente señalado —o que haya caído inmerecidamente en el olvido— el trabajo ímprobo que realizó Paco Ignacio Taibo II cuando, al final de la década de 1970, empleó un par de años en recorrer la cuenca minera asturiana a la caza y captura de testimonios y fuentes documentales que permitiesen reconstruir aquellos fogosos pasos perdidos. De su entrega quedó constancia en una obra magna que llevó por título Asturias 1934 y que publicó, en dos tomos, el recordado Silverio Cañada. Era difícil dar con él, a no ser que uno frecuentara durante el mes de julio los puestos de segunda mano de la Semana Negra de Gijón, y por eso algunos celebramos mucho que el grupo Planeta se aviniera a rescatarlo, a través del sello Crítica y esta vez en un solo tomo, con el título Asturias, octubre 1934. Decir que se trata de una reedición sería mentir, porque para su relanzamiento el propio Taibo se ocupó de revisar el texto, incorporar descubrimientos realizados tras su primer trabajo de campo y aumentar considerablemente el aparato crítico.
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Miguel Barrero (Oviedo, 1980) ha publicado las novelas Espejo (premio Asturias Joven; KRK Ediciones, 2005), La vuelta a casa (KRK Ediciones, 2007), Los últimos días de Michi Panero (premio Juan Pablo Forner; DVD Ediciones, 2008), La existencia de Dios (Trea, 2012), Camposanto en Collioure (Prix International de Littérature de la Fondation Antonio Machado; Trea, 2015) y El rinoceronte y el poeta (Alianza, 2017). También es autor de los ensayos Las tierras del fin del mundo (Trea, 2016) y La tinta del calamar (Trea, 2016; premio Rodolfo Walsh 2017). Codirigió el documental La estancia vacía (2007).