Recojo en el buzón el disco del concierto que Jerónimo Granda ofreció el 9 de noviembre de 2019 en el Teatro del Barrio de Madrid. Es curioso que no se haya registrado hasta ahora ninguno de los recitales que ha venido dando en las últimas décadas uno de los trovadores más lúcidos, cáusticos y divertidos que ha dado este país. Hubo un tiempo, allá en mi última adolescencia, en que procuraba estar cerca de los escenarios que él pisaba, y guardo un recuerdo gratísimo de las entrevistas que pude hacerle, que seguramente fueron algunas más de las que él hubiese querido y muchas menos de las que a mí me hubiera gustado. Como era previsible, la escucha del disco es una fiesta por más que eche en falta alguna pieza de mi disco preferido de entre todos los suyos, aquél en el que puso música a una serie de poemas que un joven Alejandro Casona escribió entre 1928 y 1930, cuando obtuvo su primera plaza como inspector de primera enseñanza en el valle de Arán. Faltaban unos diez años para que empezara a convertirse en el dramaturgo exitoso que despuntó en los años de la República, triunfó después al otro lado del océano y regresó más tarde a una España que lo recibió con disparidad de opiniones. Eran los de La flauta del sapo poemas de factura y temática variadas, y si bien algunos estaban impregnados de una nostalgia que parecía impostada de tan tópica, otros deparaban metáforas de gran altura o fantasías casi oníricas que, sin desdeñar la tradición, dialogaban de tú a tú con las vanguardias de su época. La voz de Jerónimo rescató esos versos del olvido y los puso a navegar sobre acordes de guitarra, confiriéndoles un aura mágica que habría maravillado a aquel Casona que una tarde cualquiera, a la vista de las montañas aranesas, se puso a pergeñar aquel encanto de luna y agua en el que una rana tendía pañales mientras un sapo tocaba la flauta.
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Miguel Barrero (Oviedo, 1980) ha publicado las novelas Espejo (premio Asturias Joven; KRK Ediciones, 2005), La vuelta a casa (KRK Ediciones, 2007), Los últimos días de Michi Panero (premio Juan Pablo Forner; DVD Ediciones, 2008), La existencia de Dios (Trea, 2012), Camposanto en Collioure (Prix International de Littérature de la Fondation Antonio Machado; Trea, 2015) y El rinoceronte y el poeta (Alianza, 2017). También es autor de los ensayos Las tierras del fin del mundo (Trea, 2016) y La tinta del calamar (Trea, 2016; premio Rodolfo Walsh 2017). Codirigió el documental La estancia vacía (2007).